A pesar de la gran cantidad de títulos nuevos y brillantes en mi estantería, pasé el fin de semana acompañado de un tío llamado Dave. Dave es un submarinista al que uno de sus amigos convence para colaborar en un restaurante de sushi: por el día será el encargado de utilizar sus dotes profesionales para cazar el pescado fresco que el cocinero necesita como materia prima y, por la noche, ayudará a poner orden en la sala dando órdenes, decidiendo el menú o gestionando al personal, entre otras cosas.

Si te suda la idea de una bomber es porque, al menos un poco, lo es. La magia de Dave the Diver es poder convertir una situación totalmente improbable en un simulador de gestión de restaurante, por un lado, y en un simulador de caza submarina, por otro, y que todas las partes de ambos encajen a la perfección, como un pozo -máquina engrasada. El juego salió de Early Access en Steam el pasado 28 de junio y su popularidad se ha disparado desde entonces. En el momento en que escribimos esto, hay más de cincuenta mil jugadores activos en el título, lo que lo convierte en uno de los juegos de pago más destacados de la plataforma esta semana, casi a la altura de FIFA 23 o Civilization VI, por ejemplo.

No sorprende que tantas personas se hayan sumado a la aventura del amigo Dave. El juego entra por los ojos a través de un pixel art sonoro pero colorido y simpático, y cae en nuestro cerebro a través de un bucle de malabares imposiblemente adictivo en el que siempre hay una tarea más que hacer, un pie más que pescar, un plato más que desbloquear, un dia mas de trabajo antes de poder comprar esa mejora, y si se suma al restaurante eso cambiara absolutamente todo.

Los días de juego de Dave the Diver se dividen en dos partes. Por un lado, las mañanas, en las que podemos ir a bucear lo antes posible y pescar. Para conseguir peces estaremos armados con un arpón, pero también podremos desbloquear distintas armas -desde pistolas tranquilizantes hasta ametralladoras- con las que tendremos mejores oportunidades contra los peces más grandes, como los tiburones. La peculiaridad es que el mar, y las armas y mejoras de estas que encontramos bajo el agua, se generan en cierta medida de forma aleatoria: el mapeado es similar, pero ciertos peces se moverán de lugar según la hora y el día, y aprender a encontrarlos y moverlos será una gran parte de nuestro progreso. Por otro lado, conseguir una buena arma u objeto nos impulsará a explorar un poco más, incluso cuando ya hayamos dado por finalizada la jornada, ya que no podremos conservar el equipo cuando volvamos a la superficie. Manejar esto, el oxígeno y la carga de nuestro submarinista da lugar a situaciones muy tensas y peleas bastante épicas, en ocasiones; y la sensación de satisfacción tras una buena sesión de buceo es incomparable.


Por otro lado, al caer la noche, pasaremos a buscar una mano en el restaurante. Según las piezas que hayamos hecho, podemos hacer otras recetas; A medida que aumente la popularidad del restaurante, obtendremos nuevos platos, aprenderemos cuáles son los más efectivos con los clientes y lo anotaremos para el día siguiente. A medida que van llegando los comensales, nos enfrentaremos a un pequeño minijuego, al estilo Diner Dash, en el que tenemos que entregar a cada persona lo que ha pedido lo más rápido posible, antes de que se canse y se vaya, dejándonos con una valoración negativa. A medida que crezcamos iremos desbloqueando nuevas decoraciones para el restaurante y también nuevo personal que nos ayudará con las tareas del día a día.

Lo verdaderamente adictivo de Dave the Diver es la forma en que nos introduce en una constante caída de nuevas mecánicas, todas entrelazadas entre sí. Mejorar el vestuario, obtener muestras de la fauna submarina para la investigación científica, crear nuevos platos, hacer instalaciones más bonitas, crecer en las redes sociales o desbloquear nuevas armas harán que siempre tengamos al menos cuatro o cinco pequeños objetivos por resolver cada día. Y, de esta forma, cada día en el juego sentiremos que siempre estamos haciendo, al menos, algo de progreso: es espectacularmente difícil terminar un viaje sin haber obtenido algo nuevo, y esto nos incita a jugar día tras día. , sin poder parar. Uno de esos títulos en los que “cinco minutos más” se convierte en horas y, para cuando nos queramos dar cuenta, estamos totalmente dentro de su propuesta.

Si les llamas la atención y quieres darle una oportunidad pues ya eres nuestro submarinista favorito en los videojuegos, Dave the Diver está disponible en Steam. Además, se ha comprobado su compatibilidad con Steam Deck.





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