Las nuevas consolas portátiles que se venderán a partir de 2027, como las sucesoras de Nintendo Switch o Steam Deck de Valve, deberán contar con una batería que pueda ser reemplazada por el usuario en la Unión Europea.
Esto forma parte de una nueva normativa comunitaria que pretende “regular el ciclo de vida completo de las pilas” para garantizar que sean “seguras, sostenibles y competitivas”.
Este reglamento pretende facilitar la sustitución y el reciclaje de las baterías, asegurando que “las baterías portátiles que incorporan los dispositivos pueden ser retiradas y sustituidas por el usuario”.
Según la Unión Europea, anunciarlo cuatro años después ofrece “tiempo suficiente para que los operadores adapten el diseño de sus productos a este requisito”, que califican como “una disposición importante para los consumidores”.
En principio, esta regulación estaba dirigida principalmente a teléfonos móviles y consolas que no se mencionan específicamente en la documentación, pero un representante de la UE ha confirmado la exagerar que “las baterías de las consolas portátiles están amparadas por el reglamento de baterías y residuos de baterías”.
Esta documentación dice que “el usuario final debe considerar que una batería portátil puede extraerse fácilmente cuando puede retirarse de un producto utilizando herramientas disponibles comercialmente, sin requerir el uso de herramientas especializadas, a menos que se proporcionen de forma gratuita con el producto”.
Teresa Ribera, vicepresidenta tercera del Gobierno de España y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, ha declarado que “las pilas son clave para el proceso de descarbonización y el cambio de la UE a modos de transporte cero emisiones”.
“Al mismo tiempo, las baterías al final de su vida útil contienen muchos recursos valiosos y debemos ser capaces de reutilizar estas materias primas críticas en lugar de depender de terceros países para el suministro. Las nuevas regulaciones promoverán la competitividad de la industria europea y garantizar que las nuevas baterías sean sostenibles y contribuyan a la transición ecológica”.
Esta nueva normativa para baterías es similar a la aprobada anteriormente, obligando a partir de otoño de 2024 a que todos los dispositivos portátiles de la Unión Europea utilicen el estándar de conexión USB-C para la carga, asegurándose de que el mismo cargador sea válido para todos ellos.